And in the naked light I saw
Ten thousand people, maybe more
People talking without speaking
People hearing without listening
(Simon & Garfunkel, “Sounds of Silence”)
En “La Cultura de los Derechos Humanos y la Cosmópolis,”[1] describí la Cosmópolis como un amparo contra el demasiado papeleo y la tanta burocracia que puede resultar de una cultura de los derechos humanos inculta. La función de la Cosmópolis es utópica, en el sentido que mencionó Beto: “la Utopía tenga esa función que Eduardo Galeano le ha concedido: la función de seguir caminando.”[2] ¿Seguir caminando hacia dónde? Hacia lo que es mi edén,[3] hacía la enchilada completa.[4] Sigue leyendo